domingo, 18 de agosto de 2019

reflexionando náhuatl contemporáneo d e la Huasteca

Sigo reflexionando sobre nuestra lengua náhuatl
Mucho he escuchado que: esta palabra no es náhuatl, esta palabra no se dice así, así no se escribe, que yo lo digo así,... Pero la gente de mi pueblo y muchos, a veces yo mismo, digo así y lo escribo: tasa, pantalo, plato, káfe, kochara, borro, kilo, metro, siya, semento, losa, piso, variya, paíla,.. muchas más.
Yo puedo buscarle cómo se puede interpretar-traducir cada palabra, pero si lo hago nadie me entiende, pero además, quién soy yo para imponer la palabra, la lengua indígena no me pertenece, la lengua es de todos los hablantes y si los hablantes así la hablan, ¡qué puedo hacer?
Muchos dicen que no se dice: karro, se dice teposkauayo, pero esta palabra no todos la usan o no la aceptan. Lo cierto es que muchos dicen: karro, kuakalkarro.
Le pusieron teposkauayo porque seguro pensaron que el carro es como un caballo con cuatro patas (llantas) pero hay una gran variedad de vehículos. ¿Cómo se diría tráiler? que tiene muchas llantas (ya no son cuatro). Cómo se le diría al autobús, al microbús, etc. Teposkauayo, en todo caso, quedaría como nombre para vehículos en general, pero no para diferenciar tipos de autos.
No se trata de que me guste o no en el se habla la lengua. Para los hablantes las palabras tienen sentido y significado y, por lo tanto, la gente las usa y las siente suyas, se vuelven su identidad.
Si yo invento palabras y las impongo ni siquiera son neologismos, los neologismos es cuando la gente usa una nueva palabra, como por ejemplo varilla, ya es neologismo porque todos los albañiles y los que no lo son, también así lo dicen. Es neologismo porque años atrás no se conocía este material y por tanto se desconocía este nombre. Ahora es ya un préstamo integrado a la lengua náhuatl.
El detalle es que queremos ver a la lengua náhuatl pura como en la época prehispánica, seguro que ni en esa época era pura. Hoy hay muchos préstamos del español que se usan como si fueran náhuatl.
Creo que estamos aprendiendo y nadie tiene la verdad, estamos construyendo la lengua náhuatl y queremos que no se deje de hablar, esa es la intención.
Querer ser "puros" para mí es una traba para el desarrollo de la misma lengua y por ello muchos manifiestan: yo no sé cómo se dice en náhuatl, no lo sé escribir,... y andamos preguntando: cómo se dice en náhuatl: multiplicación, kilómetro, meses del año,... o cómo se dice Raúl, Petra, Gelacio,... en náhuatl.
Todos los que saben escribir en español pueden hacerlo en náhuatl, recomiendo, eso sí, hacer uso de las grafías del alfabeto; escribir y después, analizar,.. pero no tengamos miedo a escribir y a hablar en nuestra lengua, como lo hace el pueblo, nuestra comunidad.
Aprendamos todos de todos. No orillemos los que no saben escribir, los que solo saben náhuatl, ellos saben más.
Marcelino Hernández B.

domingo, 26 de mayo de 2019

Si no tuviera ojos

sábado, 25 de mayo de 2019

manual para aprender náhuatl, vocabulario español náhuatl y otros

LIBROS DE NÁHUATL

Saludos a todos mis contactos interesados en el Manual para aprender náhuatl y el Vocabulario Náhuatl español aquí el link.
Es un link donde hay otros libros de náhuatl, varias variantes de la lengua, entre ellos están los míos.





Gracias
por su interés en esta lengua.
Espero que lo aprovechen y les sea útil.


https://1drv.ms/b/s!Ain5tKmeFxVKjlC04aRXuJ0yuQ0t?e=TYL7zZ  (copia y pega en el buscador)

jueves, 29 de junio de 2017

Entre polvo, aire y flores

Entre polvo, aire y flores

Al nacer vi apenas un lugar desconocido
Entre frío y miedo me dio por llorar
Con unos trapos, en brazos de mamá me sentí cobijado
Y escuchando palabras aún sin comprender

Comencé a entender mi gran mundo exterior
Midiéndolo con los primeros pasos de mi andar
Sentí lo duro de la tierra y probé su sabor
Todo lo que pude a mi boca llevé, así los probé

Agudicé mi gusto por los sabores
Algunos a la primera los deseché
Otros a mi paladar llegaron, una y otra vez
Comenzó el dulce honor de saborear

Distinguí el olor del café y de los frijoles
También de las flores de la primavera
La limonaria, su olor no conoció fronteras
Mi mamá me recostaba en sus naguas

Vi el plumaje de las aves
Que en mis manos quise tener
Vi andar pesado de las gentes
Observé y muchas cosas no pude entender

Escuché la música con el violín
Me deleité con los sones de la banda
Distinguí la caída de las gotas
Y el correr del agua de un manantial

Escuché llantos y risas
Que se elevaban al cielo
Donde se perdían y no llegaban al reino
El viento se los llevaba

También sentí el machete en mano
Que tumbando montes para sembrar
Palpé el dolor en mis manos
Sentí el hambre, la sed, el cansancio,..
Lo sentí, lo sentí como mi padre y hermano

Mi pequeño mundo ahí estaba
El cielo, la tierra, el agua
Las flores, los animales, el aire
Entre polvo, humo, frío, calor,
me encontraba

Todo lo miraba, olía
Escuchaba, tocaba y comía
Todo, todo era mío, nada se me negaba
Aquí aprendí mucho, mucho más
Aprendí a vivir y a carcajadas a reír.



Marcelino Hernández Beatriz

jueves, 10 de mayo de 2012


Lágrimas de amor

                               Para Chabela, mi madre.


Mujer me recibiste con ojos llorosos
Acompañados de un vivido dolor
Y la alegría opaca angustia y miedo
Brotan sólo lágrimas de amor

Rodeado de tus brazos sentí tu calor
Como rayo atravesó mi cuerpo tu beso
Mi primer beso, lloré tan fuerte por ello
Y en mis ojos brotaron lágrimas de amor

Siempre fui lo más preciado para ti
Nunca viste defecto alguno en mí
Caídas tuve en cuerpo y corazón sentí dolor
En ti sólo brotan palabras y lágrimas de amor

El tiempo ha pasado y hoy estoy aquí
Y todo es porque tú con amor me trajiste a mí
Madre recibe mi abrazo con flores de color
Siempre en tus ojos vi sólo lágrimas de amor.



Marcelino Hernández B.
                                                  10 de mayo de 2012

sábado, 24 de marzo de 2012

NO SÉ QUÉ HACER

      No sé qué hacer


—No sé qué hacer, amigo.

— ¿Por qué dices eso, mujer? ¿Te pasa algo?

—Pues resulta que vivo dos vidas y a punto de vivir tres.

— ¡Cómo? ¿Cómo está eso, no entiendo?

Platicaban sentados, un hombre y una mujer, en el restaurante muy cerca de donde me encontraba. La pareja se ve que son muy buenos amigos y se conocen desde hace varios años. Platican con toda la confianza y la tranquilidad. La mujer es morena y de estatura mediana, de buen vestir; es decir, se ve elegante, que vive en la ciudad y de una posición económica estable. Su pelo es corto y pintado de un rojo bajito, el maquillaje es apenas visible y de sonrisa afable. Diría que trabaja en alguna oficina, tal vez de gobierno. El hombre, usa un vestuario casual: camisa de cuadros, pantalón de mezclilla y unos zapatos negros bajitos y muy bien peinado.

Siguen platicando y sin ocuparse de la gente que está cerca, pero estas ni siquiera se percatan de la charla:

—Te platico. Tú, conoces a mi marido y sabes que con él me llevo bien. No hemos tenido pleitos. Ambos nos entendemos: hay apoyo entre nosotros, en nuestros proyectos, en nuestros sueños y en las cosas que queremos hacer. Él nunca me ha faltado el respeto, lo quiero y me quiere.

— ¿Y luego, qué pasa…?

—Pero, aun diciendo que entre nosotros todo marcha perfecto, hay cosas que no encajan del todo bien. Como tú sabes, nosotras las mujeres no sólo necesitamos que nos escuchen, nos quieran, nos consientan con regalos, nos digan que nos aman; esto es tan sólo una parte de lo que una mujer necesita para sentirse bien.

—No entiendo. Entonces ¿Qué es lo que hace falta?

—Pues, que en las noches sólo platicamos un poco, ni siquiera nos miramos. A veces ya ni me platica del cómo le fue durante el día. Si yo le platico sólo contesta con algunas palabras cortas; luego se da vuelta para darme la espalda y se duerme. Pasan varias noches para que haya unos besos y alguna entrega de amor. Y se ha vuelto todo tan rutinario que ya no espero nada, nada nuevo. Es decir, que ni siquiera sé si espero que haya algo.

— ¿Y eso qué quiere decir?

—Desde hace un par de años salgo con un amigo y es con él con quien vivo todos esos momentos de entrega, de entrega sin restricciones, sin tapujos, sin miedos, sin condición, sin…

— ¡Para! ¡Espera….espera! ¿Qué estás diciendo? ¿Me estás diciendo que tienes un amante? Eso no lo puedo creer y menos de ti. ¡Jamás me lo hubiera imaginado! Pero,… ¿qué vas a hacer, mujer?

—Hasta hace unos meses me había acostumbrado a esta vida: vernos ocasionalmente y llegar a mi casa, atender a mi marido en una forma más amable, más tolerante, más cariñosa y hasta más comprensiva. También creo que mi marido sabe que hay algo o alguien quien me hace actuar distinta; pero calla. En ocasiones siento cómo me observa de una forma interrogante.

— ¡No, no, no me digas que hay alguien más! Eso sí que no lo puedo creer.

—Por cuestiones de trabajo me enviaron a una reunión fuera del estado. Asistí. Expuso un hombre que, desde la primera palabra enunciada, me impactó. Me quedé embobada escuchándolo hasta la última palabra. Me pareció un hombre inteligente, interesante, atrayente. No, no sé qué me pasó, me dejó impactada. No perdí ocasión para pedirle su correo electrónico y darle el mío. Le dije que me había gustado su participación, que estuvo genial, interesante y novedoso. No recuerdo qué más le dije. Al regreso de la comisión me llevé la sorpresa de me había dado de alta como uno de sus contactos. Me gustó. Así comenzaron las charlas. Primero pregunté de él: sobre su vida personal, familiar. Supe entonces que era casado, con tres hijos, un matrimonio estable. Le comenté que yo también estaba casada y con un buen hombre, comprensivo, cariñoso y que nuestra relación está muy sólida. Creo que le mentí un poco. Ni siquiera sé por qué no de le dije la verdad.

— ¡No, amiga! Me has dejado sin palabra. No sé qué decirte. Sigue. ¿Qué más pasó? Ya, sigue contando.

—Así fue como comenzamos a chatear por la web. Poco después comencé a extrañarlo mucho, sólo abría mi correo para buscar algún mensaje suyo o comenzar la charla, charlas que de repente eran interminables. Ni siquiera quiero despedirme, más bien, no quiero dejarlo. Él me tiene anonadada, y es por todo lo que me dice o lo que me manda: música, poesía de él o de algún otro poeta; o sus cuentos. Me tiene como adormilada, me tiene enamorada.

—Ay, no. No me digas eso. Ahora sí que me va a dar un infarto.

—Pues es muy curioso, raro, extraño; todo esto. A veces creo que Dios nos puso en el mismo camino.

—No, eso no es cierto. No creo que creas que Dios hace esto.

—Ha sido tanta la coincidencia, incluso me mandó una canción que se titula así: "coincidir", que se ha convertido en mi favorita. Pues sueño con él: imagino que está a mi lado acostado, que en las mañanas preparo el desayuno para él y desayunamos juntos, después vamos a trabajar y encontrarnos después. Yo me imagino caminando por la sala recién bañada, perfumada, con una bata delgada, provocativa y verlo cómo me desea. Que los fines de semana él prepara el desayuno, me sirve la comida, platicamos, salimos a caminar juntos; en la tarde, comemos en algún restaurante, vamos al cine o, nos quedamos en casa y disfrutamos de alguna lectura o de una buena película.

Sí, estoy viviendo mi sueño. Vivo un sueño hecho realidad.

— ¿Verdad que no estoy loca? Dime que no lo estoy.

—Ay, mana, cómo decirte que no lo estás, pero todo esto es una verdadera locura.

—Ah, esto no es todo.

—¡¡¡¡¡Nooooooooooooo!!!!!! Pues ¿Hay más?

—Sí, un poco más. Este fin de semana, o sea mañana, viene a verme. Siento tanto nervio y no sé qué hacer.

—Ay, mana, no sé qué decirte. Suertuda.

—Tengo tantas ganas de verlo. Pero estoy aterrada.

—Ay, amigis. Mejor descansa bien esta noche y le consultas a la almohada porque lo que es yo ni siquiera tengo palabra. Me dejaste sin habla. Yo ya quisiera tener tantita suerte como tú.


Marcelino Hernández Beatriz.

Marzo 2012


Cuento publicado en Antología de cuento breve. serieal Estaciones. Grupo editorial BENMA. Marzo 2012

viernes, 23 de marzo de 2012

ESTE ES MI MUNDO

Este es mi mundo

Miro mi mundo que he construido
a base de palabras, ideas y sueños
cada palabra en su justo momento y significado
tan exacta, tan pefecta y tan iluminada

Cada idea con el verdadero sentido de la realidad
la realidad que es simple y con mis propios colores
los colores más floridos que apiciguan mis dolores
porque toda la irrealidad para mí es toda la verdad

Vivo en mi mundo hecho con la verdad y la justicia
vivo en mi mundo con luz y sabores
no importa que haya sinsabores
todos, hombres y naturaleza hermanados.

Sueño que sueño en un mundo lleno de flores
donde soy uruga, soy viento, soy sol, soy ave
donde duermo, río, bailo, camino y canto
sí, este es mi sueño, es mi mundo, yo le pongo colores

Marcelino H. B.

lunes, 13 de febrero de 2012

amigo, amiga, nunca me fui

AMIGO, AMIGA NUNCA ME FUI



Amigo, amiga hoy te recuerdo aún más

Porque el día es un día especial a celebrar

Es el día, pero no más especial que tú

Y de mi amistad no he de callar



Te recuerdo en los caminos donde anduvimos

Te recuerdo en las calles donde platicamos

Te recuerdo en aquel lugar donde con la plática comimos

Te recuerdo en mis lecturas donde compartimos libros



A ti amigo te recuerdo porque siempre estuviste conmigo

Y hasta un mundo mejor, en sueños,  construimos

Siempre me diste lo mejor de ti

Y yo nada te di que no fuera del corazón



Amigos, amigas quiero con ustedes refrendar mi amistad

Aunque a veces no timbre el teléfono de casa o el celular

O tampoco recibas con frecuencia un mail

Pero te recuerdo en el tiempo, en la distancia: sin fronteras.



Muchos son los amigos que recuerdo

Los recuerdo por sus palabras, por sus acciones

Por su ejemplo, por escucharme, por apoyarme

También a ustedes, que ya fueron, los recuerdo.



Puedo impulsarte a siempre adelante a seguir

Si llegas aún más lejos, yo contigo he de ir

Tus triunfos también serán míos.

Si ríes seré feliz, si estás triste estoy ahí.



Amigos, amigas, estoy aquí.

Nunca me fui.



MARCELINO H. B.