Entre polvo, aire y flores
Al
nacer vi apenas un lugar desconocido
Entre
frío y miedo me dio por llorar
Con
unos trapos, en brazos de mamá me sentí cobijado
Y
escuchando palabras aún sin comprender
Comencé
a entender mi gran mundo exterior
Midiéndolo
con los primeros pasos de mi andar
Sentí
lo duro de la tierra y probé su sabor
Todo
lo que pude a mi boca llevé, así los probé
Agudicé
mi gusto por los sabores
Algunos
a la primera los deseché
Otros
a mi paladar llegaron, una y otra vez
Comenzó
el dulce honor de saborear
Distinguí
el olor del café y de los frijoles
También
de las flores de la primavera
La
limonaria, su olor no conoció fronteras
Mi
mamá me recostaba en sus naguas
Vi
el plumaje de las aves
Que
en mis manos quise tener
Vi andar
pesado de las gentes
Observé
y muchas cosas no pude entender
Escuché
la música con el violín
Me
deleité con los sones de la banda
Distinguí
la caída de las gotas
Y
el correr del agua de un manantial
Escuché
llantos y risas
Que
se elevaban al cielo
Donde
se perdían y no llegaban al reino
El
viento se los llevaba
También
sentí el machete en mano
Que
tumbando montes para sembrar
Palpé
el dolor en mis manos
Sentí
el hambre, la sed, el cansancio,..
Lo
sentí, lo sentí como mi padre y hermano
Mi
pequeño mundo ahí estaba
El
cielo, la tierra, el agua
Las
flores, los animales, el aire
Entre
polvo, humo, frío, calor,
me
encontraba
Todo
lo miraba, olía
Escuchaba,
tocaba y comía
Todo,
todo era mío, nada se me negaba
Aquí
aprendí mucho, mucho más
Aprendí
a vivir y a carcajadas a reír.
Marcelino
Hernández Beatriz